Viajes Maldivas vuelo directo desde Madrid
✳ 8 días desde 1.496 € ✳
Cuando dos viajeros se conocen y deciden pasar su vida juntos, en el horizonte se dibuja, inevitablemente, la silueta de este destino único y de una belleza incomparable. ¡Maldivas os está esperando, pareja.
Los novios inconformistas, esos que ansían conocer, explorar y saborear los destinos más exóticos, lejanos y maravillosos del planeta, hallarán en Maldivas el lugar con el que siempre habían soñado. Decir que la belleza de este archipiélago no tiene comparación puede sonar a tópico, pero es verdad. Una verdad tan grande como la emoción que produce en el viajero contemplar la blanca arena y las cristalinas aguas de sus playas. Muchos han oído hablar de este país, algunos incluso sabrían situarlo en el mapa, pero muy pocos pueden afirmar que han vivido una experiencia real en este remoto archipiélago que, sin duda, es lo más parecido que existe a un sueño hecho realidad. Hay tantas razones para viajar a Maldivas que la única forma de explicarlo es invitándoos a subir al avión y volar hasta este insólito e inolvidable conjunto de islas.
Belleza natural y puro placer en el otro extremo del mundo
Pocos lugares en el mundo cumplen con tanta exactitud los requisitos que millones de parejas enamoradas de todo el planeta le ponen al viaje romántico de sus sueños. Maldivas ofrece un abanico amplísimo de experiencias para dos. Además del extenso catálogo de actividades románticas que vuestro hotel o resort pondrá a vuestra disposición, estas son algunas ideas que pueden convertir vuestro viaje a Maldivas en una experiencia totalmente inolvidable.
¿Qué os parecería pasar un día en una isla completamente deshabitada? De las cerca de 1200 islas con que cuenta Maldivas, solo en unas doscientas vive gente todo el año; el resto, están vacías, desiertas, sperando a que dos enamorados como vosotros den el paso de ir a conocerlas, explorarlas, y convertirlas durante unas horas en vuestro edén particular. Esta experiencia se puede contratar en vuestro hotel, y garantiza una jornada de ensueño en un escenario como nunca habéis imaginado. Os llevarán en hidroavión, en lancha o en dhoni, uno de esos veleros tradicionales del archipiélago y, una vez allí, os dejarán disfrutar de la isla, de sus paisajes y de sus playas a vuestro libre albedrío. Si lo preferís, por supuesto, también existe la opción de realizar una visita a una de las islas habitadas de la geografía maldiva.
El encanto de esta actividad reside en contemplar cómo desarrollan su día a día los nativos, en conocer más de cerca sus costumbres y tradiciones, y en tener acceso a los preciosos objetos de artesanía que fabrican con sus propias manos.
Si de algo puede presumir este país es, sin ninguna duda, de sus playas. Maldivas cuenta con cientos y cientos de kilómetros de costa, que ofrecen al viajero las imágenes más bellas y las experiencias más inolvidables del Océano Indico. Vuestro hotel estará ubicado en una isla, pero no como las que conocéis … Una isla deshabitada, en la que única y exclusivamente se levantan los edificios pertenecientes al resort, y que se convertirán en vuestro hogar durante unos días. Por consiguiente, toda la isla está a vuestra entera disposición, incluyendo sus paradisiacas playas. No importa si el hotel se encuentra en los atolones del norte, en los del sur, o en los que están más cerca de Malé; todas las playas de Maldivas tienen en común su arena fina y blanca, por la que uno no se cansa de pasear, sus increíbles aguas cristalinas de color turquesa, y multitud de cocoteros que, al ser mecidos por la brisa marina, parecen dar la bienvenida al viajero.
La playa de vuestro hotel será vuestra playa, y en cuanto pongáis los pies sobre su suave y tibia arena, sabréis que ya tenéis todo lo que necesitáis delante de vosotros. Y si en algún momento el cuerpo os pide hacer algo que no sea tomar el sol, bañaros en las cálidas aguas del Océano Índico y pasear tranquilamente por este paraíso tropical, siempre podéis realizar alguna de las múltiples actividades que el hotel pondrá a vuestra disposición: clases de buceo, deportes acuáticos de todo tipo, paseos en barco, jornadas de pesca…
Cuando uno se encuentra en un país formado por 1.200 islas y decide salir de su hotel para visitar alguna de ellas, puede resultar verdaderamente complicado elegir una. Por ello, uno de los mejores planes románticos que se pueden disfrutar en Maldivas es realizar un tour por los distintos atolones que conforman el archipiélago. Así, podréis conocer un gran número de islas e islotes a lo largo y ancho del país, desembarcar en los más bonitos e incluso hacer alguna parada estratégica en mitad del océano para sumergiros en sus aguas y contemplar los maravillosos arrecifes de coral y los pececillos de colores que habitan en ellos.
Si un tour para conocer las islas más bonitas de Maldivas os suena a auténtico planazo, ¿qué os parecería hacer un tour aéreo por los atolones, a bordo de un hidroavión que va sobrevolando el archipiélago de norte a sur y de sur a norte? No es casualidad que la palabra ‘atolón’ tenga su origen precisamente aquí, en Maldivas. Proviene del término atholhu, un vocablo divehi que signifca literalmente “arrecife con forma de anillo” o “cadena de islas de corales”. Esta es una de las experiencias que podréis contratar en vuestro hotel, y que os ayudarán a convertir vuestro viaje a Maldivas en la gran aventura de vuestras vidas. Los paisajes que podréis contemplar desde las alturas lograrán dejaros sin palabras, ya que parecen, en muchos casos, cuadros impresionistas pintados con colores nunca vistos. En esta mágica paleta predominan las distintas tonalidades del azul del mar: el más claro, de las aguas poco profundas que se encuentran junto a las orillas; el añil del océano, lejos de las costas, y el azul de las lagunas interiores de los atolones, a veces verdoso, a veces turquesa, pero siempre cautivador. Pero en esa paleta también aparecen los verdes intensos de la vegetación que cubre muchas de las islas, el blanco de la arena de sus paradisiacas playas y los rojos, ocres, beiges, dorados y anaranjados de las casas, hoteles y resorts que salpican la geografía de este país único.
¿A quién le importa la hora cuando se está en un lugar tan maravilloso como Maldivas? Olvidaos por unos días del reloj y del móvil, y dejad que sea el sol quien os diga cuándo es la hora de levantarse, el hambre quien os indique cuándo es la hora de comer, y la luna la que os avise de que la mágica jornada toca a su fin. Como seguramente ya sabréis, Maldivas es un singular conjunto de islas que se extiende a lo largo de casi mil kilómetros en medio del Océano Índico. Por lo tanto, en todas y cada una de ellas encontraréis una playa paradisiaca en la que contemplar cómo sale el sol, despegándose poco a poco de las aguas de color turquesa, e iluminándolo todo con su brillo sin igual. Y, del mismo modo, siempre hallaréis un lugar desde el que admirar el atardecer, por un lado similar al anterior y, por otro, totalmente irrepetible. Las puestas de sol en Maldivas conseguirán elevar vuestro viaje, vuestro romance y vuestra vida entera a un nivel superior, sin duda.
El océano juega un papel esencial en todos los aspectos de la vida en Maldivas, y si no fuera por él, este país no se habría convertido en uno de los destinos turísticos más importantes del mundo. Pero cuidado, no nos referimos exclusivamente a sus playas; prácticamente la totalidad de los encantos de Maldivas están relacionados, directa o indirectamente, con el agua. Muchos de los resorts del país, cuentan con unos alojamientos especiales, denominados water villas, que constituyen el lugar perfecto para vivir una experiencia 100% maldiva. Son unos bungalows construidos sobre pilotes, que se alzan un par de metros sobre la superfcie del mar. Se accede a ellos a través de una pasarela de madera o, claro está, nadando, y pasar unas cuantas noches en uno de estos insólitos alojamientos os permitirá entender mucho mejor hasta qué punto el mar es importante en Maldivas y en vuestras vidas.
Imposible aburrirse en este paradisíaco lugar: visitas guiadas, recorridos marítimos, deportes acuáticos, spas para relajarse y para despedir el día, una cena deliciosa seguida por un paseo por la playa de arena blanca. Lo que Maldivas te ofrece no lo hay en ninguna otra parte del mundo.